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Mariano Zuzunaga – Llenos de pena (un contra manifiesto)

No hemos nacido ayer. Esto está claro. Lo que una sola voz cantara hace años en el desierto, ahora en el llanto seco de un coro de organizaciones se manifiesta porque no tienen ya de donde comer. Cultura subvencionada para alimentar almas vueltas escuálidas instruidas en la dejadez. Fuera de la burbuja dentro de la cual nos incomunicábamos comunicados de comunidad ahora nos escuchamos clamando esta vez todos en nuestro inmenso desierto. Queremos plata para seguir produciendo justamente lo que ha venido a traernos hasta aquí. ¿Cuántos premios nacionales? Año tras año, todos. Como en el colegio esperando la medallita. Y claro que sigue el espectáculo. Erre que erre hemos de solidarizarnos con los menos favorecidos. ¿Quiénes? Los más favorecidos. Por favor, no más favores. No queremos vuestra ayuda. No la necesitamos para nada. Nos destroza el corazón. Nos encontramos llenos de pena. Tampoco pensamos en ayudar a nadie. Este es un contra manifiesto. El otro día un africano me pidió ciento ochenta euros que es lo que le cobraban por la habitación. Le di cinco. Me repitió que lo que necesitaba eran ciento ochenta euros, no cinco. Ya lo sé, le dije, y me fui. Pero no. Me quedé enganchado allí. Por joder a quien le alquila la habitación le hubiese invitado a vivir en una de las dos habitaciones libres que tengo en mi casa. Pero no. Nos conocemos tanto que somos todos unos desconocidos. Una mierda es lo que soy. Pero no. Nadie tiene derecho a sentirse así ni hacer que los demás se sientan así. Falla el método no el sistema. El sistema no falla nunca y esto quien más lo sabe es el tipo antisistema que se hace el que no lo sabe para formar parte de él. No apunta a quienes recogemos la basura. Apunta a los banqueros como si los banqueros fuesen dueños de lo que guardan. Uno es el confesor y otro el que peca. No vamos a manifestar nuestra rabia. La rabia por si sola ya se ha manifestado. Viene manifestándose cada día desde el primero en que dejamos de sentir amor. Era eso. No es que fuera importante no, es que lo es todo. Para todo lo demás pedimos subvenciones que no sirven para nada. Por favor, no más favores. Pena me dan las horas muertas de la ciudadanía confinada en casa. Ahora que están más en la calle que nunca. Qué desolación. Todas las redes sociales se encuentran llenas de chistes. Sabíamos ya que no todos podíamos divertirnos al mismo tiempo. Creámoslo o no, seguiremos calculando riesgos y beneficios. No hemos nacido ayer. Eso está claro.

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Mariano Zuzunaga és artista i dona classes de fotografia a la Facultat de Belles Arts de la Universitat de Barcelona

 

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