Carlos Zanón apareció con un gigantesco orzuelo. No había forma de disimularlo. El ojo estaba tan hinchado y enrojecido que no era posible sacar ni una foto de medio plano. ¿Por qué se le formó semejante quiste?, ¿tenía resecos los ojos?, ¿necesitaba llorar o reír a lágrima viva?, ¿se le habían secado porque estaba ojiplático?, ¿tenía que ver con su editor?… En fin, esto es lo que pasa cuando fotografías al rey de la novela negra: que no paras de hacerte preguntas.
Hänsel* i Gretel*
Publicació Cultural
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