El concierto del grupo Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi fue un experimento y así debe ser entendido. Un trabajo científico sobre una obviedad. Ésta puede resumirse de la siguiente forma: si se reúnen 5.000 personas limpias de la Covid-19 en un espacio y están juntas, muy juntas, durante unas dos horas, esas 5.000 personas se marcharán a sus casas impolutas de Covid-19.
Posiblemente era necesario demostrar esa evidencia. Algo así como poner los dedos sobre las llagas de Jesús como precisó Santo Tomás para asegurarse de la resurrección de Cristo. Un símil bíblico, al uso de la Semana Santa, que podía relacionarse con las famosas plagas, en forma de pandemia, que soporta ahora la humanidad. Por hacerlo más literario, vaya.
Por ello, el experimento no puede ir acompañado de todas las posibilidades que abre para futuros conciertos masivos de cara al verano de 2021. Son cuestiones diferentes, y me explico.
Que la cultura es segura también es una obviedad. Lo es fundamentalmente porque las personas que acostumbran a hacer uso de esas rutinas de acción cultural (ir a una librería, asistir a una obra teatral o espectáculo de danza o música, una visita a un museo, ver una película en el cine) son individuos que tienen una conciencia sobre qué hacer y cómo actuar.
Por eso, la mayor fortaleza que tiene la cultura es la tipología de su usuario y, por ello, su consumo es tan sano con relación a otras actividades.
Ese es el eje fundamental para sustentar la frase. Pero, además, experimentos como los del concierto de Love of Lesbian sería imposible trasladarlos a la cotidianidad cultural. En el evento se han sumado muchas instituciones y organizaciones que han decidido invertir en la acción a investigar, además de una interesante herramienta de comunicación.
El Ayuntamiento de Barcelona se implicó cediendo el espacio, el Palau Sant Jordi; las salas Razzmatazz, Apolo y Luz de Gas colaboraron en la acción dejando sus pistas de baile e instalaciones para que las 5.000 personas con entrada pudieran hacerse los controles, que debían dar negativo; el Hospital Germans Trias coordinó las pruebas de antígenos. Todo ello suma un gran presupuesto.
Las entradas fueron puestas a la venta a 23 o 27 euros. O sea, unos 125.000 euros aproximadamente. El presupuesto de la acción ascendió a casi 250.000 euros. Por ello, todo debe ser entendido como algo que está por encima de la operatividad de un espectáculo. De no ser así, jamás podría haberse realizado. Por lo tanto, la acción es inimitable. No es rentable. No es negocio. Y es aquí donde llegamos al punto clave de la cuestión: la cultura también es un negocio.
El concierto de los Love of Lesbian fue, efectivamente, una prueba científica y sanitaria, pero no un caso que pueda repetirse. No es viable. Imposible invertir en toda una organización logística de ese volumen para sacar cierta rentabilidad. El precio de una entrada estaría muy por encima de los parámetros de mercado.
Y además de un experimento, también se ha convertido en una gran campaña de comunicación de Barcelona como ciudad puntera en eventos y festivales musicales. Y esta puede ser la cuestión más interesante de todo, para una ciudad que, gracias al Sónar o al Primavera Sound, se ha situado en la primera división de las urbes con grandes acontecimientos musicales. Y es así como deben ser entendidas este tipo de acciones.
Algunos la han criticado por entender que la acción era irresponsable y otros la han valorado porque era una forma de entender por dónde iban a ir el negocio de los macroconciertos.
Sin embargo, no es una cosa ni la otra. Sobre la irresponsabilidad, podría haberse mejorado, por ejemplo, haciendo un rastreo posterior al que, sin duda, habrían accedido todos los asistentes. Sobre el negocio, lo dejamos en imagen.
No hay duda de que, para bien o para mal, la acción ha dado la vuelta al mundo y ello sitúa a Barcelona en su lugar. De momento, mejor posicionarse, aunque el movimiento no sea perfecto, que mantenerse en la inopia.
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Álex Sàlmon és periodista, analista a Catalunya Ràdio, Tv3, TVE i Ràdio 4. Professor de periodisme a la UAO i a la UIC.
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