De la sèrie “ARTE EN EL EXILIO”, comissariada per Frank Guiller
1. ¿Cuál es la relación de tu obra con tu ciudad? La relación de mi obra con la ciudad es como la mía con ella; una relación de intercambio y que es parte de mi vida, como la que tienes con alguien con quien siempre vas ‘de marcha’ -como dicen en Barcelona.
2. ¿Consideras la ciudad como un gran tema del arte contemporáneo? La ciudad no es únicamente un gran tema para el arte sino para la Escultura contemporánea. La ciudad es una composición escultórica y especialmente NY es de un urbanismo a veces ecléctico, a veces minimalista…siempre inspirador.
3. Destaca de tu ciudad qué obras arquitectónicas la definen. La línea del horizonte de la ciudad de New York, como si fuera un ente vivo; ha influenciado mi obra y alguna de ellas tienen el carácter y hasta el clasicismo de sus icónicas torres como el Empire State Building and Hearst Building.
4. Vinculación política de tu obra. Mi obra no nace de posiciones políticas; sino de las inherentes a la Principia Naturale y al hombre como ser viviente y no como ser social.
5. ¿Cómo definirías tu obra? Mi obra es la historia de mi interpretación de la vida como fenómeno natural…
Trata de mirar la estructura y los principios naturales en un contexto estético.
6. Conexiones de tu obra con el arte contemporáneo. Mi obra tiene un origen totalmente científico; desde sus conceptos hasta el uso de materiales y tecnologías contemporáneas en su creación que al final son los responsables de su carácter y su psicología.
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Armando Guiller es escultor. Con un fondo que combina artes visuales e ingeniería mecánica, Guiller aplica fórmulas matemáticas para concebir esculturas, como ocurre en la pieza Helical Work 4, 2006, donde la hélice es el leitmotiv para llegar a la materialización final de su obra. En este trabajo, se combinan y se colocan hojas de chapa de acero y de madera de abedul de forma idéntica, unas sobre otras, alrededor de una barra central, girándolas ligeramente en vertical y generando una columna en espiral. Los estudios de ritmo y sonido, así como la arquitectura – especialmente la de Nueva York – también han influido en el trabajo de Guiller
