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Retratando a Ana María Matute

 

©Marta Calvo

En el salón de su casa había una enorme casa de muñecas. Ana María siempre fue aficionada a construirlas, pero en aquella época prefería comprarlas porque, según me dijo, el pulso ya no era tan firme como antes. Parecía menuda y frágil; se apoyaba en una muleta que me pidió que no sacara en la foto. Me confesó que, de todas las cosas que ya no podía hacer, lo que más añoraba era el trago de whisky. Su hijo se lo había prohibido y, cuando nos despedimos, me pidió que la próxima vez le trajera una botella. Escondida, claro.

 

  ©Marta Calvo


Published inARTÍCULOS DE TODOS LOS CICLOSExposición fotográfica "Retratos retratados"PUBLICACIONESSERIE CULTURAL

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